Quimera Anómica
La guitarra de Sabina
aúlla como un lobo rabioso en la “La calle melancolía” .
Yo, -con alma de dandi rockero en quiebra-
rezo como si estuviera en una jaula de leones
en pleno corazón del África…
Entre tanto:
Los niños trabajan, con sus caras denigradas, las 25 horas del día por una
monedita que no tiene cara de luciérnaga. ¡Chiquillos del mundo uníos para
hacer huelga!
Los mozalbetes estallan,
revientan, explotan y detonan como un volcán dormido desde cuando Darwin era un
mono catarrino. Actualmente son los terratenientes del “dedito” gordo.
Los adultos trabajan a tiempo
completo como esclavos nuevos. Son padres por correspondencia. Les da pereza ir
al colegio porque nunca han sido amigos de las
tareas ni de los libros.
Los viejos divagan como gatos
techeros en el reflejo de una ventana en plena avenida de la muerte.
Los mercaderes ofrecen tomates
gigantes como planetas rojos, pollos de tres pechugas con cuerpo de ñandú a
punta de inyecciones.
Las tecnologías resquebrajan el
ombligo de las familias y las convierten en meros espectadores donde la
comunicación es una quimera con cara de arpía.
Las botellas de whisky operan
vehículos con los ojos vendados porque les gusta estampar o alfombrar con
humanos el frío cemento de la alameda Tierra.
Los bosques y los árboles cobijan
sierras y lenguas de fuego para terminar amargamente en légamo gris. El niño
que nace en la rama quebrada ya no respira más y el búho termina con los ojos
rasgados.
Los nevados posan desnudos para
“un huevo frito suspendido en el aire” y por ello los ríos ya no dan a la mar
sino agonizan como serpientes recién nacidos.
El mar agita sus entrañas y besa
la orilla de tus pies solo para mostrarse vivo, salado y mojado. En ocasiones
suele devorarte con todo y ropa de baño.
Los animales juegan al
racionalismo puro y los humanos, a la estultez cada vez más alucinante. El
hombre destruye, el animal conserva…Una verdadera paradoja. El mundo al verrés.
El cielo espejea la anomia de la
avenida caos y violencia. La sangre es un hilo rojo que marca el compás de las
pistolas…
La globalización es una ballena
gigante que se come a las pequeñas culturas como a un gusanito de pesca en la
orilla de la vida.
Luego,
Mascotas Inmortales y
Hombres Mortales
¿Poseen mascotas
todos los mortales?
La historia dice que
algunos sí y otros no.
Miguel de Cervantes Saavedra, exploraba España, La Mancha ,
Sierra Morena a través de Alonso Quijano y Sancho Panza. Ambos lo hacían a lomos de bestia: “Rucio” instruía a Sancho de cómo
gobernar la ínsula Peruana y “Rocinante” le dictaba cartas de amor a Quijote
para ser entregado a la Ñusta Inca.
Juan Ramón Jiménez, escribió “Platero” y lo soltó en los prados de
América.
Su hocico rozaba la piel de la
hierba fresca todas las mañanas.
José María Arguedas, insistía en
decir que uno de sus mejores amigos fue Azulejo,
El inmortal y que acostumbraba hablar con él sin cesar sobre “El zorro de arriba y el zorro de abajo”.
Charles Bukowski, poseía un “Pájaro azul” en el hoyo de su corazón;
quería agitar las alas para ir al bar a tomarse un trago de whisky con él. El
pacto era absolutamente público.
Silvio Rodríguez, por cosas de la
vida tuvo un “Unicornio azul” y se le
perdió de tanto buscarlo. Aún anda inquiriendo por él. ¡Ayúdenlo por favor!
Edgar Allan Poe, escribió “El gato negro” con Catarina en el
hombro y comiendo mandarina.
Julio Cortázar jugaba “Rayuela” en el cielo con el inquieto
Adorno. Si ganaba el escritor, el gato perdía un bigote.
Winston Orrillo decía que un hijo
de puta mató a su gato. Como venganza escribió “Poemas para un gato” y terminó leyendo en el parque Kennedy que es
el reino de los bigotes con cola.
Mario Vargas Llosa, mientras
terminaba su discurso como ganador del nobel de literatura, un poco agraciado Quasimodo de la madre
naturaleza terminaba de hacer el amor en El Parque de las Leyendas y, luego encender un cigarrillo como si
nada pasara en el mundo.
Lord Byron, tenía un repertorio
casi musical de mascotas: un zorro, monos, loros, gatos, un águila, un halcón,
gallinas de Guinea, un cuervo, un tejón, gansos, una grulla egipcia, una garza
y un oso. Sin embargo, su preferido fue “Boatswain" en cuya tumba se lee:
"Aquí reposan
los restos de una criatura
que fue bella sin vanidad
fuerte sin insolencia,
valiente sin ferocidad
y tuvo todas las virtudes del hombre
y ninguno de sus defectos."
Rubén Darío, tradujo el reflejo
de la belleza en poetas alados que surcaron el corazón del garzo cielo
americano y europeo. Agitábase un ala exótico, lejano y casi salvaje en la
fibra más honda y alta de La Torre Eiffel.
Charles Baudelaire, miraba el mar
y veía caer “reyes celestes, torpes y
avergonzados” como estrellas suicidas, pero el milagro nace como un aedo
gigante para dar la vuelta alrededor del mundo en 46 días.
MI MADRE TIENE UN
PLANTA CARNÍVORA QUE PERDIÓ UN DIENTE AL DEVORARSE:
A LOS POLLINOS
AL PÁJARO
AL UNICORNIO
A LOS GATOS
AL HIPOPÓTAMO
AL PERRO
AL CISNE
Y
AL GIGANTE DE LOS
MARES
¿Poseen mascotas
todos los mortales?
La historia dice que
algunos sí y otros no.
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