Rodrigo Martínez La Jara






Hermano Celoso

La soledad y yo somos hermanos.
Nacimos del mismo tronco seco
y desde entonces no nos hemos separado.
Ella tiene pretendientes que la evocan cada noche
y  la devuelven al día siguiente, toda usada
y con el rimmel corrido.
Yo la espero mirando mi ventana,
Seguro de que volverá.







Familia 

Yo tenía una casa en Breña del color azul más cielo.
De esa casa guardo gratos recuerdos.
Allí se quedaron grabados mis primeros pasos y las risas de las tardes de juegos con mis hermanos.
Por aquí pasaron mascotas variopintas de efímeras vidas que llenaron de color nuestras grises noches. También teníamos a Ricardo, el fantasma, quién nos espantaba cada vez que le crecían raíces en los pies.

Hoy solo me queda visitar esas cuatro paredes en los surcos de mi memoria.
Nada queda de mi casa color cielo, convertida en un feo edificio multivivienda.

Mis hermanos partieron a hacer sus propias vidas y mis padres envejecen irremediablemente. Condenado a repetir la misma historia, solo me queda preguntarme que habrá pasado con Ricardo, ¿Será feliz atormentando nuevas familias?

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